En estos días que han pasado se ha hablado mucho de la muerte en los medios de comunicación argentinos. Sea por muertes de famosos o de ciudadanos de a pie «desconocidos» por las grandes masas.
Lo cierto es que la muerte me llama la atención, pero no solo por lo que ella significa en si, sino lo que representa para quienes convivimos con ella y la esperamos.
Ayer falleció Victor Sueiro. Todos los medios se hicieron eco de la noticia y desplegaron los habituales comentarios y homenajes que son comunes en momentos como este.
Pero lo que es innegable es que era un tipo querido en el medio. Todos lo recuerdan bien. Todos estaban dolidos. Pero no solo quienes lo conocian, ver a mi mujer emocionada por la noticia me llevo a pensar que es lo que nos atrae de un ser y no de otro. La palabra que me llego a la cabeza fue: Dar esperanza.
Los laberintos del Padre Murphy 